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El Viaje de Chihiro:

Inolvidable y cautivadora

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Ficha Técnica

Título original: Sen to Chihiro no kamikakushi aka 
Año: 2001
Duración: 124 min.
País: Japón 
Dirección: Hayao Miyazaki
Guion: Hayao Miyazaki
Música: Joe Hisaishi
Fotografía: Animation, Atsushi Okui
Reparto: Animation
Productora: Studio Ghibli / Tokuma Shoten / Dentsu. Distribuida por Toho

Por Fer Bismach y Andrea Castillo

 

Sin dudas, una de las grandes sorpresas de este año fue el anunció de la llegada del catálogo casi completo de Studio Ghibli (legendario estudio de animación japonés) a Netflix. Dentro de este repertorio vamos a encontrar las mejores películas del inoxidable Hayao Miyazaki, entre las que se encuentran “La princesa Mononoke”, “Mi vecino Totoro”, “El Increible Castillo Vagabundo” y la cinta que analizaremos hoy: “El viaje de Chihiro”.

 

Allá por 2001, se estrenaba esta cinta que marcaría una revolución en la historia del cine de animación japonés, al convertirse en la primera película de ese país en ganar el Oscar a “Mejor Película Animada”. Casi 20 años después aprovechamos su llegada a la gran N, decidimos volver a verla y nos preguntamos ¿Es tan buena como dicen? ¿Envejeció de forma correcta? Lee la nota y entérate de todo:

 

“El viaje de Chihiro” nos pone en la piel de Chihiro, valga la redundancia, una nena que viaja en auto con sus padres y que luego de perderse en el bosque y atravesar un túnel, llegan a un mundo fantástico, en donde todo parece ser un sueño de la protagonista.

 

Al igual que la mayoría de las producciones de Studio Ghibli, estamos ante una historia que, si bien los niños pueden disfrutar, está más destinada a adolescentes y adultos. Una aventura cargada de metáforas que un chico quizás no entenderá, pero que igualmente disfrutará por la calidad de la animación y la extrañeza de sus personajes.

 

Hayao Miyaki también se encarga del guion y según afirmo en varias entrevistas, lo fue desarrollando a medida que hacía la película, dejando que la historia fluya e influenciándose en varias vivencias propias para construir un relato sólido que parece encontrar un sentido en el sinsentido de lo que estamos viendo. Sumado a esto, Miyazaki imprime una gran cuota de humanidad en cada uno de los personajes, lo que hace que tengamos empatía, miedos y suframos junto a ellos.

 

Este mundo surrealista, no sería posible, sin el enorme trabajo de animación logrado por Atsushi Okui. El nivel de detalle es altísimo y el pueblo fantasma está plagado de personajes y lugares que destilan originalidad, y nos generan un nivel de inmersión altísimo. En las dos horas que dura la cinta, nos perdemos en la pantalla y no podemos parpadear ni un segundo ante semejante belleza.

 

“El viaje de Chihiro” es una obra maestra y tal vez la mejor película animada de la historia. Su historia, su animación, su banda sonora, todo encaja a la perfección y fluye con total naturalidad. Un viaje inolvidable al mundo de los sueños, a los temores de nuestra infancia y al miedo constante a crecer sin mirar para atrás.

 

La metamorfosis de Chihiro (Contiene Spoilers)

 

La interpretación de esta película es subjetiva y dependerá de quien la esté viendo.

 

Esta cinta vendría a constituir una metáfora respecto de la vida, específicamente de la vida de Chihiro, una niña que se encuentra atravesando el paso de infancia a la adolescencia.

 

Para empezar, podríamos pensar que lo que sucede en la película tendría que ver con un sueño de Chihiro (es una de las interpretaciones), pues tiene diversos aspectos que podríamos relacionar con esa formación del inconsciente o bien, el autor hace uso del psicoanálisis para la elaboración de esta cinta. Entonces, tomando los aportes de Rebeca Puche Navarro, en la Revista Latinoamericana de Psicología, se habla de metáfora haciendo referencia a “la fórmula según la cual un significante substituye al otro tomando su lugar en la cadena significante: corresponde a la fórmula "una palabra por otra". (un mot pour un autre)” (1971, pp. 167-181). Con la metáfora y la metonimia se estructuran las leyes del inconsciente, estas son, la condensación; cuando una idea reúne en sí la energía de otras ideas y el desplazamiento, cuando una idea le transfiere su energía a otra. Tomando esto como base, podríamos darle un sentido a lo que la película nos presenta.

 

Chihiro está por comenzar a asistir a una nueva escuela, y junto a sus padres, deja su antigua casa para comenzar a vivir en un nuevo lugar, pero se extravían en el camino. Al pasar por un túnel, llegan a una ciudad que parece estar abandonada, sin embargo, encuentran un lugar con abundante comida. Sólo los padres comen, mientras Chihiro se siente asustada e incómoda, luego de eso, los padres se transforman en cerdos. Es decir, les atribuye, no solo las características físicas de los cerdos, sino también lo que representan, dejando lugar a pensar que irían perdiendo su lugar de padres idealizados de la infancia, es decir, en su sueño, no se convirtieron en dioses todo-poderosos.

 

Chihiro comienza a correr, muy asustada, no comprende qué pasa. De repente, conoce a Haku, quien le da algo para comer y le dice que con eso no desaparecerá, también le dice que es muy importante que no olvide su nombre, porque si lo hace, ya nunca podrá recordar quien es. Esto queda muy presente y es importante porque, cuando conoce a la bruja Yubaba, esta le dice que, para trabajar con ella, debe entregarle su nombre, ahora le pertenecería a ella. Ahora Chihiro tenía otro nombre, “Zen”, y cuando parece estar olvidando quien es, aparece Haku nuevamente para recordárselo y ella expresa que casi lo olvida. También le dice que él ya no puede recordar su nombre.

 

Además, la bruja le dice que “eres una debilucha, no vas a servirme para nada” la cabeza grande de este ser, podría llevarnos a pensar que se trata de una autoridad que ejerce su poder absoluto, si ella no quiere que Chihiro hable, le cierra la boca y ya no se puede expresar. Parecería que al comienzo, la niña se ubica bajo las palabras de esa bruja, no cree poder hacer el trabajo que le habilita la salida de ese lugar pero esto irá cambiando con el correr de la cinta y de su vida.

 

Otro dato importante y que se podría pensar como una breve analogía, son las semejanzas entre lo que sucede con Chihiro y el bebé de Yubaba. Esta bruja tiene un hijo, un bebé enorme y caprichoso, para esa bruja este bebé no puede hacer nada porque es pequeño, vive encerrado y literalmente rodeado de almohadones para no lastimarse. Cuando el bebé conoce a Chihiro, ella le muestra que puede hacer cosas por sí mismo, que no siempre necesita que alguien lo cuide ya que se tiene a sí mismo.

 

Luego, Chihiro va pudiendo hacer con todo lo novedoso que se le presenta sin olvidar quien es, sin olvidar su identidad. Desplegando en ese mundo su singularidad, logra resolver conflictos, comienza a confiar en lo que puede hacer, ya no es la niña asustada del comienzo.

 

Finalmente, conoce a otra bruja, la gemela de Yubaba, Zeniba, encuentra en ella a una mujer comprensiva que le dice “Nada de lo que sucede se olvida, aunque tú no puedas recordarlo”. Estas palabras resuenan en Chihiro y la unen, aunque desconoce por qué, a Haku. Respecto del nombre, le dice “Chihiro que lindo nombre. Cuídalo bien, es tuyo”, volviendo a hacer referencia a la identidad, a lo propio.

 

Cuando se reencuentra con Haku, le dice “Yo no lo recuerdo, pero una vez mi madre me contó que cuando era pequeña me caí en un río y que luego de unos años, lo vaciaron y construyeron edificios ahí”. Cuando la niña recuerda el nombre del río, muy similar a “Haku”, este puede recordar su identidad. Tanto en su vida como en el sueño “Haku” la protege, ese hecho sucedido en su infancia ha dejado marcas en su subjetividad y por eso, en el sueño adquiere esa importancia, aunque no lo recuerde, eso está presente.

 

Como prueba final, Chihiro debe reconocer a sus padres dentro de un grupo de cerdos para que el contrato no tenga validez y así recuperar su nombre, lo logra y pueden volver a su mundo, pero con la única condición de no mirar hacia atrás. Sin embargo, aún conserva el colín para el pelo que Zeniba le regaló, le dijo que está hecho con “el hilo que ellos han hilado”, haciendo referencia a sus padres, a la relación con ellos, a la conexión o conexiones existentes entre ese mundo irreal y el verdadero y a su capacidad, su subjetividad, su singularidad y su nombre.

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