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La Isla Siniestra:

Obra de Culto

La Isla Siniestra.jpg

Ficha Técnica

Título original: Shutter Island
Año: 2010
Duración: 138 min.
País: Estados Unidos 
Dirección: Martin Scorsese
Guion: Laeta Kalogridis (Novela: Dennis Lehane)
Música: Varios
Fotografía: Robert Richardson
Reparto: Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo, Ben Kingsley, Emily Mortimer, Michelle Williams, Patricia Clarkson, Max von Sydow, Jackie Earle Haley, Elias Koteas, John Carroll Lynch, Ted Levine, Christopher Denham, Robin Bartlett, Nellie Sciutto, Ruby Jerins, Jill Larson
Productora:
Paramount Pictures / Phoenix Pictures / Sikelia Productions / Appian Way. Productor: Martin Scorsese

Por Ale Ferreyra y Andrea Castillo

 

El siempre genial Martin Scorsese nos dejó como locos con esta cinta. "La Isla Siniestra", es una película del año 2010, pero deja esa sensación de que se estrenó antes, ya que se convirtió en una película de culto por excelencia. 

 

La historia nos presenta a Teddy (Leo DiCaprio), un detective que tiene que investigar algunas anomalías en Shutter Island, junto con Chuk (Mark Ruffalo). En la isla en cuestión ha desaparecido una peligrosa paciente, y ese es el principal motivo por el cual los investigadores están ahí. Con el correr de los minutos nos van mostrando que muchas más cosas suceden allí, cosas muy perturbadoras.

 

Scorsese también nos va mostrando ciertas señales que dan cuenta de que la situación del protagonista tampoco es normal, ya que lo persigue un pasado tormentoso. El Director logra ensamblar dos posibles historias en una sola, y las muestra simultáneamente. Ese no es el principal logro, ya que lo más brillante es la forma en que juega con nuestra mente al igual que con la de Teddy. 

 

Todos sabemos que es de esas películas que hay que ver más de una vez, pero en este caso tendrán que ser más de dos. Está armada para confundirnos cada vez más y que cada escena cobre otro sentido en nosotros. Por ejemplo, la primera vez que la ví quedé seguro de entender el final, pero en la segunda me di cuenta de lo contrario. Para hacer esta nota la ví por tercera ocasión, y la verdad es que me permito dudar muchísimo y estoy muy poco seguro de cómo es la cosa. 

 

En lo que nos ayuda bastante Scorsese es con los símbolos que nos muestra, son bastante evidentes. Esto otro hace con grandes aspectos técnicos. Por el momento esas "pistas" que nos da, se tornan un poco pesadas, pero no sobran.

 

Es un enorme film, de un enorme director. Personalmente creo que no está entre sus mejores trabajos, pero si por encima del promedio. Los finales abiertos son mi placer culposo del cine, y es por eso que disfruto mucho de esta película. Así como la disfruto también siento que me perturba demasiado, y ese es el objetivo.

 

El camino de la salud mental (Contiene Spoilers)

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De esta película, un aspecto a resaltar tiene que ver con el cambio de paradigma con respecto al trato y tratamiento de los enfermos mentales. Podemos ver el enfrentamiento entre quienes siguen utilizando métodos de tortura y entre quienes dan lugar a la palabra y a que el sujeto pueda elaborar, implicarse y recibir un trato que no vulnere su integridad.

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Se puede decir que a lo largo de la historia de la psicología y de la psiquiatría, los tratamientos han ido cambiando. Como ha cambiado junto con esto la concepción que se tiene sobre los enfermos mentales.

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Pues a lo largo de la historia, los “locos” han sufrido el exilio y la separación del resto de la sociedad como en la edad media sucedía con los leprosos, tanto estos como “los locos” habitan los lugares segregados. Foucault afirma que se los ubica en “un espacio moral de exclusión” (1961, p. 9).

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Al comienzo, los hospitales existentes para mantener a estos sujetos no tenían como propósito tratar a quienes ingresaban, sino que era una cárcel para proteger a los demás ciudadanos. Además, estos segregados no podían ir a la iglesia ya que no les permitían recibir los sacramentos.

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Foucault expresa que “en ocasiones, algunos locos eran azotados públicamente, y como una especie de juego, los ciudadanos los perseguían simulando una carrera, y los expulsaban de la ciudad golpeándolos con varas”. (1961, p. 11).

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Luego, hay un cambio de paradigma en la que se sustituye el trato inhumano del encierro por un tratamiento más humanitario, es decir el paradigma médico. Sin embargo, lo que se pretendía no fue lo que se hizo, es decir que no pudieron curarlos sino que disciplinaron, gobernaron, aplicaron sus normas morales.

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Así aparecen los nuevos hospitales que, diferenciados de los médicos, se encargan del tratamiento de aquellos y aquellas que por motivos psicológicos no pueden trabajar. No se intenta esconder a los exiliados sino que, por motivos económicos estos deben ser liberados y convertirse en trabajadores nuevamente.

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Entonces, se podría decir que dentro de este contexto se ubica “La Isla Siniestra” o más precisamente en el intervalo del paso de una a otra. Todavía no están claros los límites y los parámetros.

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Así, el director del hospital psiquiátrico es quien apuesta a brindar un tratamiento más humanitario a sus pacientes, y con esto, se refiere a no seguir realizando lobotomías, que consistían en aturdir a los sujetos para introducir, por la órbita ocular unos instrumentos similares a un picahielos, con el fin de remover partes del lóbulo frontal. De esta forma, los pacientes experimentaban cambios comportamentales y en su personalidad.

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El director del hospital comienza a oponerse a infligir castigos mediante electrochoques, esta es una de las terapias más antiguas y consiste en conectar electrodos a los lados de la cabeza del paciente para provocarle convulsiones que revertirían los síntomas que se presentan. Sin embargo, era una opción sumamente utilizada y no precisamente con fines terapéuticos.

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Además, pretendía no utilizar psicofármacos para dormir o silenciar el dolor y los síntomas de los pacientes.

Estos procedimientos que se utilizaban para (mal) tratar a los pacientes producían múltiples efectos secundarios, su eficacia era sólo temporal, no se aseguraba la integridad de las personas y como en la película, se utilizaban como castigos.

 

En esta cinta podemos ver cómo se intentó un tratamiento nuevo con Teddy, el personaje principal. Sin embargo, este no le permitió implicarse en su historia, no le permitió hablar de sus síntomas y por esto, los vivió como ajenos. De esta forma y por presión de quienes sostenían el tratamiento, todo lo sucedido y lo que llevó a Teddy a la internación es dicho por  otros y recibido por el sujeto como un baldazo de agua fría. Luego de esto, y sin poder soportar tanto dolor, decide bajar los brazos y realizarse una lobotomía; al respecto de esto, el protagonista dice “Este lugar hace que me pregunte… ¿qué sería peor… vivir como un monstruo o morir como un hombre bueno?” A pesar de todo, podríamos pensar que Teddy tiene algo de autonomía para decidir olvidar aquello que le causa dolor. Sin embargo, también podríamos preguntarnos si hubiese podido decidir otra cosa si los profesionales de la institución realizaban un tratamiento diferente.

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Actualmente en Argentina, y bajo los parámetros de la Ley Nacional de Salud Mental, N° 26657, se entiende a la salud mental como “un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona.” (26657, 2013).

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Esta ley reconoce a las personas con padecimiento mental como sujetos de derechos y busca proteger y garantizar los derechos que la misma contempla. Además, especifica el que el modo de abordaje se debe realizar fuera del ámbito hospitalario. Como también a partir de la intervención de un grupo interdisciplinario conformados por diversos profesionales de la salud.

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Otro dato importante es que la 26657 establece que el uso de medicación se administra exclusivamente con fines terapéuticos y nunca como castigo o como forma de suplir el acompañamiento terapéutico necesario.

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Principalmente, esta ley vendría a plasmar el proceso que ha atravesado la salud mental a lo largo del tiempo, pasando de aquellos aspectos que la película refleja a la protección de los derechos de las personas con padecimientos mentales.

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